sábado, 31 de agosto de 2013

La deuda venezolana crece 53% mientras los ingresos petroleros siguen en declive

VenePirámides 
Desde el año 2011 el precio del crudo se ha mantenido por encima de los 100 dólares, y en ese contexto de altos ingresos petroleros, el Gobierno ha disparado el endeudamiento. Las estadísticas del Ministerio de Finanzas muestran que la deuda pública crece rápidamente y entre la primera mitad de 2011 y 2013 las obligaciones aumentaron 53%. Ese incremento de la deuda se debe principalmente a que el tamaño del gasto supera a los ingresos ordinarios y las autoridades tienen que buscar otras fuentes de financiamiento. Dichas necesidades de fondos se reflejan en los datos. En el primer semestre de 2011 la deuda del Gobierno central estaba en 68,6 millardos de dólares, al cierre de junio de este año alcanzó los 105,7 millardos de dólares. Y el crecimiento más veloz lo tiene la deuda interna. En 2009 arrancó la fase de aumento de la deuda, pues la caída que tuvieron ese año los precios del petróleo llevó al Gobierno a compensar la merma de ingresos con el ajuste en la tasa del Impuesto al Valor Agregado y con el endeudamiento. Luego en 2010 los precios del crudo se recuperaron para promediar 72 dólares, y en ese marco de más fondos, igual la deuda creció. Sin embargo, la aceleración del endeudamiento comenzó a partir de 2011. Para ese periodo el barril venezolano estuvo en 101,06 dólares, pero el mayor gasto de los entes oficiales y las empresas estatales obligó a buscar más recursos. El Gobierno no se conformó con el endeudamiento inicial que se programó con el presupuesto nacional y gestionó deuda complementaria para suplir los requerimientos de las grandes misiones. Situación similar ocurrió en 2012. Si bien la cotización del petróleo fue 103,4 dólares, el gasto se disparó a niveles récord por las elecciones presidenciales y con el fin de atender parte de los egresos corrientes el endeudamiento aumentó, y ese año la deuda terminó en 104,7 millardos de dólares. En este 2013 el ritmo del endeudamiento no se ha detenido. Aunque la devaluación redujo en 32% el peso de la deuda interna, las necesidades financieras del Ejecutivo nacional continúan en ascenso y, por ello, las obligaciones superan los 105 millardos de dólares. La cesta venezolana está en 102,5 dólares, pero el flujo de ingresos petroleros continúa resultando insuficiente, porque la industria petrolera, además de los aportes al fisco, debe soportar otros compromisos. Para atender la brecha entre ingresos y gastos, la administración de Nicolás Maduro, emite más bonos. En un lapso de siete meses, el despacho de las finanzas públicas agotó el endeudamiento inicial (que se previó con el presupuesto), y tal como hizo en 2011 y 2012, tramitó deuda complementaria, que en gran medida se colocará en el mercado interno. En la primera mitad de 2012 la deuda interna se ubicó en 50 millardos de dólares, este año subió a 60,3 millardos de dólares, saldo que seguirá aumentando en este semestre con las nuevas operaciones de crédito público. En ese comportamiento, adicionalmente, ha incidido el repunte de la deuda indirecta (colocaciones que realizan los entes oficiales), que en un año se incrementó 150%. Cuando se compara el saldo actual de la deuda interna con de la primera mitad de 2011 se tiene un salto de 87%, pues para ese año las obligaciones eran 32 millardos de dólares. La deuda externa del Gobierno en dos años también ha crecido, aunque no al ritmo de las obligaciones internas. De acuerdo a la información de Finanzas, en el primer semestre de 2011 el saldo de la deuda externa fue de 36,4 millardos de dólares y en 2013 alcanzó los 45,4 millardos de dólares, siendo el incremento 25%. En el crecimiento que ha registrado la deuda externa, uno de los factores que ha impactado ha sido la ejecución del financiamiento que pactó la República con Rusia, según reportó el diario El Universal.

viernes, 30 de agosto de 2013

Misión Tierra Arrasada de Nicolás Maduro: destruyamos al sector exportador

VenePirámides
@joseaguerra reportó que conforme el BCV publica las cifras, más evidente se hace la crítica situación del sector externo de la economía venezolana. Los datos correspondientes a las exportaciones no petroleras son desoladores. Estas exportaciones son el pivote sobre el cual debe sustentarse la diversificación de la economía. Como es claro del gráfico ajunto, mientras que en 1997 Venezuela vendió al exterior bienes y servicios por US$ 5.541 millones, equivalentes al 23,2% del total exportado, diez y seis (16) años después, en 2013, el país a duras apenas exporta productos valorados en US$ 3.364 millones, lo que representa un menguado 3,8% de la totalidad de las exportaciones. Es decir, entre ambos años, 2013 y 1997, las ventas de productos no petroleros al resto del mundo cayó 40,0%. Semejante destrucción de capacidades exportadoras debe tener una explicación. Fue siempre una aspiración nacional la diversificación de la economía. Para ello los distintos gobiernos, de todos los signos y con sus defectos y virtudes aplicaron un conjunto de estímulos para proteger la industria nacional, apenas incipiente, de las importaciones y para promover las exportaciones, distintas a las petroleras. Con ese propósito se impusieron aranceles para encarecer los bienes importados, se aplicaron restricciones cuantitativas para limitar la cantidad de mercancías importadas que podrían entrar a Venezuela y se otorgaron un conjunto de estímulos a la producción nacional, tales como créditos baratos y preferenciales y además se estableció el INCE y escuelas técnicas con el objeto de preparar la mano de obra calificada para que estuviese en condiciones de laborar en las industrias en formación. Estas políticas aplicadas sistemáticamente desde 1960 es lo que permite explicar la conformación del eje industrial que se extiende desde Las Tejerías en el estado Aragua hasta Valencia, estado Carabobo y otras zonas industriales como las que existieron en Caracas, Barquisimeto, Guayana y Maracaibo, entre otras. De ese establecimiento industrial solo queda el recuerdo, los vestigios y el testimonio de una política de industrialización ciertamente costosa pero que habilitó la manufactura en Venezuela, con trabajo venezolano de buena parte de los bienes que se consumían y permitió elaborar los insumos para procesos industriales más complejos. Al unísono, se entendió que había que promocionar las exportaciones y para tal fin, tal vez de manera contradictoria, se aplicaron diversos mecanismos tales como los créditos fiscales y otros subsidios a las empresas que exportaban, se subvencionó igualmente las importaciones de maquinarias para procesos productivos de mayor densidad, destinados a las exportaciones y se creó el Instituto de Comercio Exterior con el objeto de estudiar el comportamiento de la economía mundial y explorar las oportunidades que brindaba el comercio internacional para los productos donde se asomaban las posibilidades de Venezuela. El gran obstáculo para esta política lo significó una especie de dogma que siempre ha acompañado como una sombra a la política económica de Venezuela: la fijación del tipo de cambio. Creyó la clase política que la estabilidad macroeconómica de Venezuela la aseguraba, en si misma, un esquema de tipo de cambio fijo y en eso se equivocó. A partir de 1999, los signos de la dependencia de la economía venezolana no han hecho otra cosa que acentuarse. Al compás de las directrices de Jorge Giordani, principalmente y en rol secundario en el elenco, Nelson Merentes, perfiló el difunto Hugo Chávez una política que se ha traducido en la quiebra del esfuerzo de años. Fijado el tipo de cambio como una profesión de fe y con alta inflación, es imposible exportar. Así, en 2013, queda muy poco de lo construido por más de cuatro décadas. No hay política industrial ni mucho menos una que incentive las exportaciones no petroleras. Todo lo contrario, con la clara orientación desindustrializadora, se lanzó el sector público venezolano a una carrera sin frenos a comparar en el exterior cantidades incuantificable de bienes que fácilmente se pueden elaborar en Venezuela, con trabajo local y materias primas igualmente locales. Frente al aumento de la demanda interna estimulada por el gasto público, optó el gobierno por adquirir en el exterior lo que la economía hoy no puede producir por falta estímulos y también por la pérdida de capacidades productivas. En lugar de promocionar la industria nacional, tomó el gobierno el atajo de las importaciones, camino aparentemente más fácil para resolver el abastecimiento interno pero a la vez el más costoso e insostenible. Actualmente Venezuela es una factoría petrolera en decadencia porque ni siquiera el nivel de producción de crudos se puede levantar. Sin política industrial, menos se podría esperar acciones claras y consistentes para promover las exportaciones no petroleras, desaprovechando así las excepcionalmente condiciones favorables de una economía mundial en crecimiento y con precios favorables para el acero, el aluminio, el mineral de hierro, ciertos rubros agrícolas y productos petroquímicos, entre otros que Venezuela debió pero no pudo exportar en cantidades abundantes.

jueves, 29 de agosto de 2013

Quiénes protegen la reputación cybermediática de la boliburguesía?

VenePirámides
Steve Bodzin, periodista y autor del blog Setty's notebook, publica un fascinante artículo de investigación en el que va develando los nombres de algunos de los protagonistas de  la Boliburguesía, auténticos Cleptócratas del Siglo XXI, que se esmeran por diluír la relevancia de las noticias que develan sus actividades ilícitas en los buscadores o "search engines" como Google, Yahoo, Bing y otros. El artículo reseña que personajes de PDVSA, Derwick, Ovarb Industrial y muchas otras empresas de maletín establecidas con fines cleptocráticos contrataron los servicios informáticos de varios "hackers" para esconder los resultados de las búsquedas sobre sus actividades en un tsunami de noticias triviales e irrelevantes, e inclusive se prestaron para enlodar el nombre de ciudadanos de reconocida trayectoria como Rafael Alfonzo. La investigación de Bodzin es consistente con las realizadas por Alek Boyd y VenePirámides. Recomiendo su lectura a todo ciudadano de bien que quiera entender los extremos a los que estos personajes están dispuestos a llegar para ocultar sus fechorías y blanquerar sus imágenes.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Certificados de no producción: la primera alcabala de CADIVI

VenePirámides 
Las quejas más comunes de los empresarios este año han sido la falta de divisas y los prolongados retrasos en la entrega de los certificados de no producción, que ha obstaculizado o paralizado algunas actividades. José Cinnirella, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio de Autopartes, dijo que desde el año pasado el Ministerio de Industria comenzó a racionar la entrega de certificados de no producción por la escasa oferta de dólares, lo cual ha impedido satisfacer todas las solicitudes. En agosto de 2012 el trámite necesario para solicitar dólares en la Comisión de Administración de Divisas demoraba entre 10 y 15 días, pero para muchos sectores la espera supera los 90 días, señaló Eduardo Garmendia, presidente de Conindustria, y precisó que, en promedio, el certificado de no producción se estaba otorgando entre 40 y 57 días. Entre 2009 y agosto de 2012 no hubo mayores inconvenientes en el otorgamiento del permiso. Pero desde septiembre el Gobierno ordenó limitar la entrega de divisas y en consecuencia se retrasó la expedición del documento. Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, aseguró que con la medida el Ejecutivo pretende evitar que las importaciones alcancen el pico del año pasado de 59,3 millardos de dólares. "El certificado es una alcabala para restringir la autorización de adquisición de divisas en Cadivi porque una vez que se otorga comienza la importación y la presión por la liquidación", indicó un empresario que pidió no citar su nombre. La demora se debe a la estrechez en la oferta de divisas, pues el certificado es un paso previo al de la autorización de adquisición, agregó Miguel Pérez Abad, presidente de Fedeindustria. El empresario contrastó que desde las mesas técnicas constituidas en mayo, los tiempos se han reducido. "La velocidad para sectores prioritarios es satisfactoria", afirmó. Hay otros menos sensibles que se demoran más, pero la percepción es de una mejora. En junio, el ministro de Industria, Ricardo Menéndez, informó sobre la flexibilización de las normas para la solicitud de certificados de no producción, con la finalidad de agilizar las gestiones para las importaciones. Por ejemplo, las empresas no debían esperar que se apruebe un certificado para introducir la petición del siguiente, sino que se pueden efectuar simultáneamente. Pero no es sólo el retraso. Según datos de la Cámara Venezolana de Industriales de Alimentos, en 2012 el Ejecutivo aprobó entre 18% y 20% de las solicitudes de certificados. Gremios empresariales han reportado que se ha reducido a un rango de entre 10% y 15% este año. Los intentos por comunicarse con el Ministerio de Industria fueron infructuosos. El viceministro Carlos Faría no pudo ofrecer una versión oficial del problema, según reportó el diario El Nacional

Erich Hartkopf, presidente de la Cámara Venezolana de Distribuidores de Repuestos, Equipos Pesados y Agrícolas, declaró que las empresas de maletín perjudicaron a todos los sectores de la economía, pues ahora el despacho de Industria es más minucioso al momento de estudiar las solicitudes. "En el ministerio dicen que hacen las evaluaciones sobre la utilización de los certificados de no producción, pero las empresas de maletín trajeron consecuencias sobre el resto de la economía", dijo Hartkopf. Las más afectadas son las pequeñas industrias que son sospechosas. En el pasado no se verificaba su existencia, pero ahora se hacen inspecciones. "Incrementaron los controles porque hay desconfianza". La situación se presentó en mayo, cuando la ex presidenta del BCV Edmée Betancourt informó que el Gobierno había liquidado entre 15 millardos y 20 millardos de dólares a empresas de maletín en 2012. Lo ideal, según Pérez Abad, sería efectuar toda la gestión de importación en 90 días, pues ahora tarda cerca de 6 meses entre la aprobación del certificado de no producción y la liquidación de divisas.

martes, 27 de agosto de 2013

Exportaciones no petroleras caen otro 20,6%

VenePirámides 
El Gobierno nacional insiste en que Venezuela será una potencia exportadora. Pero las propias cifras oficiales develan la mentira. En el segundo trimestre de este año las exportaciones no petroleras apenas sumaron 810 millones de dólares, lo que supone una caída de 20,6% con respecto a igual lapso de 2012, de acuerdo a los datos del Banco Central de Venezuela. Esos 810 millones de dólares son el segundo peor registro para un segundo trimestre en una década. Sólo el rendimiento entre abril y junio de 2010 fue inferior, ya que apenas se colocaron productos en el exterior por 807 millones de dólares. Paradójicamente, el Ejecutivo nacional aseguró en febrero pasado que la devaluación del bolívar tenía como objetivo fomentar las exportaciones de las empresas venezolanas. "Son medidas que han formado parte de las políticas que el gobierno revolucionario ha desarrollado para fortalecer la producción nacional, estimular la política de exportación", dijo Elías Jaua, canciller de la República, a propósito del ajuste que colocó a la tasa cambiaria en 6,30 bolívares por dólar. Lo exportado en el segundo trimestre de este año es, incluso, peor a los resultados obtenidos a finales de la década del 90. Si la comparación se hace con el segundo trimestre de 1998, año previo a la llegada de Hugo Chávez al poder, las exportaciones no petroleras registran una caída de 40%, ya que ese año se vendieron al exterior bienes por el orden de 1.352 millones de dólares. Desde el sector privado han reiterado en los últimos años que el modelo económico implementado en el país ha sido perjudicial para la industria nacional. Anclaje del tipo cambiario por largos períodos, expropiaciones e intervenciones de empresas y una política generalizada de controles de precios son algunos de los elementos que han destacado como responsables de la desindustrialización de los últimos años y, por consiguiente, de la pérdida de competitividad ante los empresarios de otros países. Aunque en el segundo trimestre del año la actividad manufacturera creció 5,7%, en realidad más que una expansión se trata de una recuperación del terreno perdido en la recesión económica de 2009. Al detallar las cifras del BCV se comprueba que en realidad la producción industrial aún es un 3,3% menor a la de 2008. En julio el Gobierno nacional realizó una feria comercial en Uruguay para intentar promocionar los productos nacionales y fomentar las exportaciones, aprovechando que Venezuela forma parte del Mercado Común del Sur (Mercosur). Según los datos ofrecidos por el ministro de Comercio, Alejandro Fleming, los empresarios venezolanos concretaron negocios por apenas 2 millones de dólares. Semanas después se realizó un evento similar en Ecuador y las negociaciones sólo llegaron a $3 millones, según reportó el diario El Universal.

lunes, 26 de agosto de 2013

Siguen aumentando importaciones de combustible de PDVSA ante la destrucción de sus refinerías

VenePirámides 
Las cifras de comercio exterior del Banco Central de Venezuela señalan que en el primer semestre de 2013 hubo un incremento en el monto en divisas que utiliza el sector petrolero para importaciones, y el monto erogado muestra un récord con respecto a períodos similares en el pasado. Entre enero y junio, Petróleos de Venezuela tuvo que desembolsar 6,1 millardos de dólares para compras en el exterior, lo que representa un aumento de 25,6% con respecto a los mismos meses del año pasado. 

El BCV indica que hubo un "significativo crecimiento de las importaciones del sector público, en las que predominan los productos químicos y refi nados para la industria petrolera nacional" y los datos del instituto emisor refl ejan que el alza se hizo notable después del tercer trimestre del año pasado, debido a la explosión en la refi nería de Amuay. 

Los datos del Banco Central muestran que hasta 2011 Pdvsa llegó a registrar máximos por importaciones de 3,1 millardos de dólares en los primeros 6 meses del año, pero en 2012 la situación cambió por las fallas en las refi nerías, y empeoró a partir de septiembre de 2012. 

Aun cuando las exportaciones petroleras aportaron ingresos en divisas por 42,9 millardos de dólares, debido a las importaciones de combustibles, el aporte efectivo se redujo en 5,6 millardos de dólares y la caída tuvo su consecuencia en menos entradas de moneda extranjera para Pdvsa y las reservas internacionales. 

La merma en la oferta de divisas del sector petrolero también tuvo que ver con un menor precio del crudo nacional y un descenso en los volúmenes de exportación. Las cifras de la empresa indican que la cotización de la cesta venezolana fue de 105,41 dólares en la primera mitad de 2012, y entre enero y junio de 2013 bajó a 100,14. 

Con respecto a las ventas al exterior, las cifras muestran que de 2,51 millones de barriles al día los despachos disminuyeron a 2,48 millones de barriles diarios, respectivamente. 

La deuda. Los datos de las cuentas externas de la nación del Banco Central señalan que la deuda del sector petrolero, que exclusivamente toca a Pdvsa, arrojaron un saldo de 40,5 millardos de dólares al 30 de junio de este año, monto que representa un aumento de 6,7% con relación al logrado a finales de 2012, según reportó el diario El Nacional.

domingo, 25 de agosto de 2013

El negocio de las remesas: la crónica de cómo el país se dedicó a arbitrar el control de cambios


VenePirámides
El control de cambios impuesto en Venezuela a mediados de la década pasada dio origen al negocio de las remesas, del cual viven miles de personas a ambos lados de la frontera. Informe especial de Portafolio sobre una práctica que también es fuente de ingresos para mafias y bandas criminales. El negocio es recibir la remesa en pesos y convertirla en bolívares. Y es que una persona, por hacer un envío de 300 dólares de Venezuela a Colombia - y puede hacer hasta tres mensualmente- se gana alrededor de medio millón de pesos dependiendo del precio del cambio del bolívar y del dólar. Esos 300 dólares equivalen a 1.890 bolívares fuertes; para que una persona consiga en Colombia esos bolívares necesita 114.000 pesos, a razón de 60 pesos por bolívar en el mercado de la calle (oficialmente está en 303 pesos por bolívar). Al cobrar ese dinero en Colombia, esos 300 dólares valen 570.000 pesos, por lo que la transacción deja una ganancia de 457.000 pesos, todo en agencias de cambio autorizadas. Y como en una rueda de la fortuna, se vuelve a cambiar pesos por bolívares, estos son convertidos a dólares, y los dólares a pesos, y así se ganan otro medio millón de pesos. “Conozco a una persona que tiene como 300 carpetas. La esposa trabaja con un empleado en Cúcuta haciendo todos los papeles y cobrando. El marido, con otro empleado, hace todo en Venezuela. Se ganan unos 100 millones de pesos mensuales”, afirma Marta*, una mujer que hasta hace tres años estaba en el negocio. Del lado venezolano, el negocio tampoco deja de ser apetecible ya que deja una ganancia de dos salarios mínimos. El sueldo básico en Venezuela está en 2.457 bolívares y un envío mensual aporta un beneficio de alrededor de 5.000 bolívares. En un comienzo, el negocio no era nada sofisticado, pues para conseguir la carta de residencia exigida por Cadivi bastaba con que una persona arrendara una casa o habitación del lado venezolano, que los arrendadores le dieran una constancia y que los consejos comunales de cada barrio otorgaran la certificación correspondiente. “Pagaban arriendos ficticios porque las personas seguían viviendo en Colombia”, dice Carlos, una persona al tanto del tema. Con el tiempo y la cantidad de dinero ganada, el negocio dio lugar a mafias encargadas de buscar a personas que presten sus nombres y/o direcciones para los envíos (a cada una le dan 50.000 pesos por carpeta) y falsificar los documentos en Cúcuta: desde constancias de trabajo, registros civiles, partidas de matrimonio e ingresos, hasta certificados de estudios de universidades colombianas (por cada copia cobran 140.000 pesos). Lo único que no pueden falsificar es la ‘apostillada’ de la embajada venezolana en Bogotá (cada seis meses), la cual queda en una base de datos digitalizada que puede ser consultada por las autoridades en dicho país. Por cada carpeta apostillada los intermediarios cobran en Bogotá entre 60.000 y 70.000 pesos. Esto no solo provocó la falsificación de toda clase de documentos, sino de familiares, pues de la nada aparecieron hermanos, padres, abuelos, hijos, esposos, esposas, que por solo compartir un apellido con una persona en Colombia se inventaban el parentesco. “En una notaría en Cúcuta firman un acuerdo de concubinato. Ellos facilitan todo, lo único que usted necesita es dar el nombre y la dirección; ellos hacen la carpeta con todos los documentos (falsifican los que no tienen), hacen todas las vueltas y le llevan la comisión a su casa”, agrega Carlos. La falta de control o la corrupción llegó incluso a que las personas pudieran consignar en Venezuela y cobrar en Colombia con el mismo nombre, sin necesidad de alterar documentos. Los empleados de las casas de cambio también cobran su comisión por hacerse los de la ‘vista gorda’ para dejar pasar los papeles. “Todo se arregla con los de las agencias de cambio autorizadas. Con mi pareja trabajamos desde el 2007 hasta el 2010, manejábamos unas cien carpetas y nos quedaban unos 20 millones de pesos mensuales después de pagarles a todos los que ayudaban”, dice Marta. Incluso, las personas que envían las remesas por necesidad se han visto perjudicadas ya que tienen que esperar varios días para ser atendidos en las casas de cambio, ya que los ‘carpetistas’ tienen la prioridad. A medida que crecía el negocio, las remesas del año pasado desde Venezuela llegaron a 498 millones de dólares y las mafias se fueron sofisticando, al punto que una sola persona ‘duro’- con muchas carpetas-, puede tener hasta unas 500, con ganancias mensuales de hasta 200 millones de pesos, aunque la gran mayoría dentro del negocio tiene unas 20 carpetas. La fundación Progresar de Cúcuta maneja información de ‘duros’ a quienes, desde las casas de cambio les llevan el dinero en las noches a sus residencias. Entonces, siempre ávidas de dinero fácil, las bandas criminales (Bacrim) de la zona se interesaron por el negocio y comenzaron a extorsionar a los ‘duros’. Si no acceden a pagar su ‘cuota’, son asesinados o desaparecidos. Este fue el caso de la pareja de Marta. Una de las Bacrim citó a una reunión a todos los que manejaban carpetas para indicarles el valor de la ‘vacuna’, él no asistió a la cita y desde entonces no lo volvieron a ver. “Yo empecé a preguntar, pero los de las Bacrim me dijeron que no lo siguiera buscando, porque iba a terminar en un hueco igual que él. Ellos todavía siguen cobrándole a la gente que tiene bastantes carpetas”, afirma.  

CON TARJETAS DE CRÉDITO… Otra práctica que utilizan las personas que se quieren beneficiar del control de cambios tiene que ver con las tarjetas de crédito. El gobierno venezolano permite que una persona pueda gastar en el exterior hasta 700 dólares mensuales, con un cupo máximo anual de 2.500 dólares. Los venezolanos que quieren hacer el negocio viajan a Cúcuta, van a un local comercial u hotel y hablan con el dueño que se quiera prestar para el negocio; pretenden que hacen una compra por el valor determinado, el propietario del local les da el dinero y la factura, el ciudadano venezolano lleva la factura a la oficina de la Dian en la frontera, y la transacción queda finalizada y legalizada. El local comercial cobra una comisión por la ‘vuelta’, e incluso cuando ya se establece confianza, se deja la tarjeta en el local, en este se hace la transacción y sin el tarjeta habiente envía el dinero a Venezuela. Esos 2.500 dólares anuales le dejan al venezolano una ganancia de 4’600.00 pesos, antes de pagar la comisión. En Cúcuta es normal ver en las calles a los ‘arrastradores’, personas encargadas de conseguir clientes, ofreciendo el servicio. “En la ciudad abrieron locales, con comercios ficticios, solamente para hacer el negocio de las tarjetas”, comenta Carlos.  

LA FORMA DE HACER LA CARPETA Para enviar la remesa, el Gobierno venezolano, a través de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), exige que la persona tenga una carpeta con los siguientes documentos: constancia de trabajo e ingresos, otorgada por un contador profesional; registro civil; carta de residencia; cuenta bancaria; y correo electrónico solamente destinado para tal fin, mientras que el beneficiario debe demostrar que reside en Colombia, el parentesco con el que envía, cuenta bancaria, carta de la embajada venezolana en Bogotá y el motivo por el cual necesita el dinero. Estos documentos hay que renovarlos cada seis meses. Después, a través de internet, la persona envía la solicitud, y de Cadivi le expiden, a través de correo electrónico, una autorización para depositar el dinero en la casa de cambio exigida por la persona. Si ganan más de 3.100 bolívares mensuales pueden enviar hasta 900 dólares, de lo contrario, 600 dólares. 

LAS MEDIDAS PARA CONTROLAR EL ‘DESANGRE’ Para controlar lo que el gobierno venezolano denomina ‘Desangre de la economía’ por la salida de dólares, desde hace tres meses las cartas de residencia son expedidas por la gobernación del Estado Táchira. Un funcionario hace una visita en la cual verifica directamente la dirección y recibos de servicios públicos del solicitante. La medida funcionó pues hasta el mes de abril se recibían unas 15.000 solicitudes para envíos de remesas, mientras que en el mes de julio se recibieron desde Colombia solo 80, de las cuales solo fueron aprobadas 2. Ahora, las personas viajan hasta los estados más al interior de Venezuela como Barinas y Zulia, en los cuales se reporta la multiplicación de solicitudes ya que no tienen las mismas exigencias que en el Táchira. “Antes, en un día normal se veían hasta 3.000 personas en las casas de cambio; ahora no llegan ni a 10 por día, el impacto fue altísimo. Pero la corrupción es tan alta que incluso ya se sabe que en la Gobernación del Táchira hay personas recibiendo dinero por darles el visto bueno a las cartas de residencia”, dice Carlos. Así mismo, desde el año pasado también se cerró el círculo de familiares a los cuales se les enviaban las remesas, pues ya no incluye sino padres e hijos, cuando antes incluía abuelos, hermanos y tíos. Uno de los grandes problemas para controlar el negocio es la corrupción. Actualmente hay más de 300 funcionarios en el Táchira acusados de hacerse los de la ‘vista gorda’ con los documentos, hacer parte de las mafias o incluso por cobrar remesas en Cúcuta. 

LEVE BAJA EN EL PRIMER TRIMESTRE DEL 2013 Según las cuentas suministradas por los intermediarios del mercado cambiario, los ingresos anuales de remesas provenientes de Venezuela para el periodo 2006-2012 se ubican en alrededor de 357 millones de dólares por año, que representaron el 8,4 por ciento promedio del año del valor total de los ingresos recibidos del exterior por concepto de remesas de trabajadores. “Anualmente, el comportamiento en el 2011 y el 2012, el flujo de remesas provenientes de Venezuela, muestra variaciones positivas de 17.4 por ciento y 12,2 por ciento, respectivamente. En el primer trimestre del presente año la variación anual se redujo a 10,4 por ciento", afima Enrique Montes, jefe externo de la Subdirección de Estudios Económicos del Banco de la República. La entidad afirma que solo 1,5 por ciento de las remesas se hace con dinero en efectivo, según reportó el diario Portafolio.

sábado, 24 de agosto de 2013

Caen importaciones privadas y Maduro importa más basura

VenePirámides 
La participación del Gobierno en las importaciones sigue creciendo, mientras establece restricciones a las compras del sector privado. Las estadísticas del Banco Central de Venezuela (BCV), señalan que en el segundo trimestre las compras externas totales aumentaron 3,3% para alcanzar los 13,5 millardos de dólares y ese repunte fue por las adquisiciones de bienes de los entes oficiales. Las importaciones del sector público tuvieron un repunte de 25,1%, pero las compras externas privadas bajaron 9,6% en el trimestre. En ese periodo el Ejecutivo nacional eliminó el Sitme, que era la vía alterna de compra de dólares, de manera que las empresas estuvieron sujetas a las autorizaciones de Cadivi. En el trimestre el sector público importó productos químicos y refinados para la industria petrolera, además de alimentos, medicinas e insumos médicos, aeronaves y otros productos para el sector eléctrico. Los datos del instituto emisor indican que entre abril y junio el superávit de la cuenta corriente fue 1,8 millardos de dólares menor al registrado en el mismo lapso del pasado año y en ese resultado no solo incidió el aumento de las compras externas sino también la disminución de 5,4% en las exportaciones totales. Las ventas de petróleo sumaron 21,5 millardos de dólares y tuvieron una reducción de 4,7% por la caída de 8,2% en el precio de crudo, ya que los volúmenes exportados aumentaron 3,7%. Las exportaciones no petroleras se ubicaron en 810 millones de dólares, disminuyendo 20,6% con respecto al año 2012. Ese retroceso fue por la baja en las ventas de productos como químicos, hierro y acero, según reportó el diario El Universal.

viernes, 23 de agosto de 2013

Reaparecen subastas de bonos por niveles mínimos de USD en las reservas

VenePirámides 
Obligado a incrementar el monto de dólares que subasta a través del Sicad en momentos en que las reservas en efectivo se ubican en mínimos históricos, el Banco Central de Venezuela ha optado por recurrir a su portafolio de bonos. El esquema es el siguiente. Las empresas que acudan a la subasta colocarán en sus órdenes de compra el monto de dólares que quieren adquirir y el tipo de cambio que están dispuestas a pagar. Acto seguido el Banco Central determinará las compañías ganadoras y les asignará bonos con un valor en el mercado equivalente a la cantidad de divisas solicitada por la empresa. Posteriormente, el Banco Central venderá los bonos en el mercado internacional y una vez tenga las divisas a mano las enviará a las empresas a través de las entidades financieras privadas. Los bonos son emitidos por Pdvsa y vencen en 2035. Fuentes financieras explican que los bonos estaban en el portafolio del Banco de Venezuela y se le solicitó que los transfiriera al BCV a cambio de un pagaré. Gracias a que la subasta se realizará con divisas que provendrán de bonos y no de los exiguos dólares en efectivo que tiene a mano el BCV, las empresas podrán comprar 300 millones de dólares, monto que se traduce en un salto de 68% respecto a la subasta anterior. Paradójicamente al anunciar la eliminación del Sitme, el sistema que fue sustituido por el Sicad, el ministro de Finanzas Nelson Merentes destacó que "el Sitme se nutría tanto de deuda del Ejecutivo como de Pdvsa. Un mecanismo que se nutra de deuda no es sostenible en el tiempo". Si bien los bonos que serán utilizados en esta subasta ya fueron emitidos, el paso deja en claro que una vez se agoten el Gobierno está dispuesto a emitir nueva deuda para mantener la oferta en el Sicad, convirtiendo a este mecanismo en un sistema muy similar al Sitme. Para alimentar al Sitme el Ministerio de Finanzas y Pdvsa emitieron deuda por 17 mil millones de dólares a elevadas tasas de interés que tendrá que ser cancelada en el futuro. Aparte de los bonos, está previsto que el Sicad se alimente de divisas en efectivo provenientes del Fonden, un fondo donde el Gobierno almacena parte de los petrodólares, las reservas en efectivo del Banco Central y lo que quieran colocar las empresas privadas. Fuentes financieras explican que en este momento las reservas en efectivo del Banco Central se ubican por debajo de 2 mil millones de dólares, un monto que no permite mayor flexibilidad porque aparte del Sicad, estas reservas son las que se utilizan para cubrir la demanda de divisas en Cadivi. En un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y la suma a cancelar por deuda externa registra un salto importante, es inevitable que desciendan las reservas en efectivo. La disponibilidad del Fonden es mínima porque tiene que cubrir proyectos de inversión que requieren desembolsos de dólares y el sector privado prácticamente no exporta y no cuenta con divisas en cantidades importantes. El Sicad está lejos de alcanzar el objetivo de disminuir la sequía de divisas en el sector privado. El Sitme le inyectaba al mercado 34 millones de dólares diarios y hasta ahora el Sicad solo ha significado 20 millones de dólares al día. Además las empresas no pueden utilizar las divisas que compran para cancelar la deuda con los proveedores y no saben cuándo serán convocadas, según reportó el diario El Universal.

jueves, 22 de agosto de 2013

Emisión de dinero inorgánico creció 24% en un año para financiar a PDVSA

VenePirámides 
La economía tiene desequilibrios que se reflejan en el comportamiento de la inflación, y en esa escalada de los precios uno de los factores que está incidiendo es la mayor cantidad de dinero en circulación que en parte impulsa el Banco Central de Venezuela (BCV) a través de la asistencia financiera a los entes oficiales. El instituto emisor está fabricando bolívares para atender los requerimientos de Pdvsa y las empresas estatales y las estadísticas oficiales muestran que la ayuda global ya asciende a 216,7 millardos de bolívares, lo que equivale a más de 34 millardos de dólares. La industria petrolera es la que más necesidades enfrenta. Las cifras sobre la base monetaria indican que al cierre del mes de julio el financiamiento del Central a Pdvsa alcanzó los 201,2 millardos de bolívares (32 millardos de dólares) y en 12 meses se disparó 28%. Pese a que el precio del barril continúa por encima de los 100 dólares, la estatal busca recursos, porque más allá de sus actividades medulares (exploración, producción, refinación y comercialización), tiene a su cargo el plan de vivienda, las misiones, el pago de los pasivos laborales, el área minera y los programas de inversión de las empresas básicas. En el informe de gestión del pasado año, por ejemplo, la estatal petrolera reconoció que entregó pagarés al BCV a través del Fondo Simón Bolívar para la Reconstrucción, que es el mecanismo que se utiliza para financiar la Gran Misión Vivienda Venezuela. El pasado año el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, llegó a expresar que se tenía la orden de ir por el ahorro nacional y en ese contexto, comentó que "la mejor inversión que tiene la banca local, incluidas las posiciones del BCV, es el negocio petrolero". Pdvsa, además del instituto emisor, recurre a otros entes oficiales como la Tesorería Nacional y la banca pública que solamente el pasado año le canalizaron más de 10 millardos de dólares. Aunque las cifras sobre la gestión del sector público (Gobierno central, Pdvsa y empresas públicas) no se han publicado, bancas de inversión han estimado que la diferencia entre ingresos y gastos está por el orden de 15% del PIB. Y ese déficit del sector público en parte lo está financiando el BCV, pues la asistencia del Central se extiende a las empresas estatales. Los datos oficiales indican que al cierre de julio la ayuda financiera a las empresas públicas sumó 15,4 millardos de bolívares, lo que equivale a 2,4 millardos de dólares, según reportó el diario El Universal.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Madurismo ha desaparecido USD 257 billones a través de los fondos paralelos

VenePirámides 
En 2004, cuando arrancó la etapa de boom de ingresos petroleros, el Gobierno decidió canalizar parte de esos recursos hacia diversos fondos, que a lo largo de nueve años y medio han conformado la estructura del denominado gasto paralelo, que además ha recibido aportes tributarios adicionales, ganancias cambiarias, dividendos de empresas estatales y reservas del Banco Central. De acuerdo a datos del despacho de las finanzas, de la industria petrolera y de los entes oficiales publicados en informes de gestión y memorias y cuenta, entre 2004 y la primera mitad de 2013 se han constituido 16 fondos que han administrado cerca de 257 millardos de dólares, monto que se ha orientado al gasto corriente y a proyectos en diversas áreas. Esa estructura, que las autoridades han llamado la "Nueva Institucionalidad Financiera Bolivariana", ha sido posible no sólo por la mayor cantidad de ingresos sino también por las reformas legales que han flexibilizado el uso de los recursos extraordinarios. El presupuesto paralelo se conforma de fondos en dólares y fondos en bolívares. La idea de constituir fondos en dólares arrancó tras la petición que a fines de 2003 efectuó el ex presidente Hugo Chávez al BCV para que diera un "millardito de dólares" de las reservas al sector agrícola . Dicha solicitud fue rechazada, pero el fallecido mandatario insistió, y ante las presiones, Pdvsa optó por constituir un fondo para transferir divisas petroleras. La industria en 2004 creó el Fondespa, que durante 24 meses percibió 4,2 millardos de dólares. Sin embargo, para el Gobierno era fundamental usar las reservas y en 2005 reformó la Ley del BCV, que permitió el traspaso de reservas excedentes y de una porción de los ingresos petroleros al Fonden. El Fonden desde 2005 hasta el primer semestre de 2013 ha llegado a manejar 109 millardos de dólares, que según las autoridades, se han orientado a proyectos en diversos sectores. Para el Ejecutivo tener ese fondo de desarrollo no fue suficiente y por la vía de los acuerdos con China constituyó otros mecanismos como el Fondo Pesado (esquema rotatorio) y el Fondo de Gran Volumen y Largo Plazo (préstamo a 20 años), que han asignado a programas de áreas estratégicas 40 millardos de dólares. A la par que se han conformado fondos en dólares, se han constituido fondos en bolívares que ha administrado la Tesorería, y que entre 2007 y lo que va de 2013 han recibido cerca de 103 millardos de dólares. Actualmente, se están utilizando el Fondo Miranda, el Fondo Independencia y el Fondo de Eficiencia Socialista, que en siete años y medio han percibido 72 millardos de dólares. En años anteriores, la Tesorería tuvo otros fondos como Cambio 200, Alan, Siembra, Renot, Mao y Simón Bolívar. Esos seis esquemas entre 2008 y 2012 llegaron a percibir 7,5 millardos de dólares. La estructura de fondos paralelos en bolívares se ha ido ampliando con los planes oficiales, y por ejemplo, con la Misión Vivienda se conformó el Fondo Simón Bolívar para la Reconstrucción y con la Misión Agro Venezuela se creó el Fondo Zamora, que ahora se complementará con un fondo rotatorio. A ellos se suman los fondos especiales previstos para cancelar los pasivos laborales. Por esas vías ya mencionadas se han canalizado un aproximado de 27 millardos de dólares. Analistas han explicado que esa institucionalidad le otorga al Ejecutivo un mayor margen de maniobra, porque los recursos se manejan con controles mínimos y no hay que cumplir con las rigideces que tiene el presupuesto nacional de erogar de acuerdo a las partidas. Esa flexibilidad, además permite extender la estructura y, por ello, el Gobierno tiene programado crear más fondos como el esquema especial que surgirá con los ingresos que se obtendrán por la vía del Sicad. Sin embargo, el manejo de esos fondos paralelos carece de transparencia, porque su ejecución no ha sido detallada. De los fondos en bolívares, parcialmente se informan sus desembolsos, porque financian los créditos adicionales, y de los fondos en divisas no hay informes de gestión, pese a que las normativas lo ordenan, según reportó el diario El Universal.

martes, 20 de agosto de 2013

Escasez de dólares es el detonante del robo de pelo

VenePirámides 
Sansón perdió su fuerza cuando le cortaron el cabello. Mariana Rodríguez, de 21 años y con una melena larga y cuidada, sintió perder su dignidad cuando un grupo de mujeres le cortó su cabellera con una tijera de jardinería en una calle de Maracaibo. Mariana había sido víctima de una modalidad criminal que ha llamado la atención en los medios de comunicación y las redes sociales en Venezuela: los robos de cabello en las calles. La cabellera larga siempre ha estado asociada con los arquetipos de belleza en la mujer occidental. El problema, como lo saben muy bien las mujeres y algunos hombres, es que dejarse crecer la cabellera exige tiempo y cuidado. En una era de cambios vertiginosos, en el que el tiempo es el recurso más costoso, las extensiones han llegado al mercado como un sustituto eficaz a las largas cabelleras naturales. ¿Por qué esperar a que pase el tiempo para tener el cabello largo cuando en una sesión en la peluquería se obra el milagro casi de forma inmediata? Y esta demanda por cabelleras largas puede satisfacerse comprando cabello —extensiones naturales o artificiales— en el mercado. ¿Pero qué pasa si la demanda por extensiones no puede satisfacerse en las cantidades adecuadas? La escasez de dólares, la sobrevaluación de la moneda y el crecimiento del precio de aquél-que-no-puede-ser-nombrado pueden estar detrás de las robapelo. Con las dificultades y el costo para importar “manufactura de cabello”, la demanda estaría siendo parcialmente cubierta con extensiones naturales realizadas in home pero obtenidas ilegalmente. El robo de pelo sería una consecuencia no intencional de la política económica venezolana. En un reportaje de El Nacional, Ezequiel Yoris, dueño de una peluquería, sostiene que los robos de cabello se realizan en Venezuela para vender el producto en Colombia. De acuerdo con esta hipótesis, el pelo de Mariana Rodríguez y de las otras jóvenes mutiladas es exportado a Colombia de contrabando. Esta lectura del fenómeno de las robapelo no tiene nada de descabellada pues, en realidad, el cabello estaría siguiendo a la gasolina y a los alimentos como productos venezolanos que se venden ilegalmente en Colombia debido a las distorsiones cambiarias y de precios. Es un negocio que se produce por las distorsiones del precio del dólar y el mercado negro: el pelo de las venezolanas tendría un precio seis veces mayor en Colombia que en Venezuela, un poderoso incentivo. Las pirañas robapelo son apenas una de las aristas de la actividad delictiva que siempre ocurren detrás de un control de cambio. En Venezuela somos testigos del lamentable crecimiento del contrabando de extracción. Quizás ya muchos estamos como Sansón y no nos hayamos dado cuenta, según reportó ProDaVinci.

lunes, 19 de agosto de 2013

La próxima devaluación, de que viene no hay duda

VenePirámides 
El desequilibrio que enfrenta la administración de Nicolás Maduro es de tal magnitud que la mayoría de las entidades financieras coincide en que el país, que ya sufrió un severo ajuste el 8 de febrero cuando el tipo de cambio oficial saltó desde 4,30 hasta 6,30 bolívares, marcha hacia otra devaluación que debería concretarse después de las elecciones de alcaldes previstas para este diciembre. El primer síntoma de que la crisis no ha cedido en lo más mínimo es que la brecha entre el tipo de cambio oficial y el paralelo es de más de 500% y la consecuencia es que la demanda sobre los dólares que asigna Cadivi, percibidos como excesivamente baratos, es prácticamente infinita e insostenible por largo tiempo. Simultáneamente ocurre que la inflación se ha disparado. Después del avance de 25% en el primer semestre los precios aumentarán este año en torno a 40% y los bolívares compran menos, algo que golpea a los ciudadanos y también a las cuentas públicas. Por lo tanto, al Gobierno se le hará insuficiente seguir canjeando en el Banco Central los dólares que recibe por la venta de petróleo al tipo de cambio de 6,30 bolívares y, llegado el momento de decidir entre recortar fuertemente el gasto o devaluar, la última opción siempre ha resultado ganadora. El economista José Guerra añade el tema de las reservas internacionales, es decir, el monto de dólares que tiene el Banco Central para satisfacer la demanda de divisas en Cadivi al precio del tipo de cambio oficial. "Con unas reservas que han estado cayendo durante todo el año y se ubican en 23 mil millones de dólares no puede mantenerse el tipo de cambio de 6,30 bolívares", sostiene. Trabajos académicos como el elaborado por los economistas Carmen Reinhart y Kenneth Rogoff indican que en países en los que la inflación anualizada llega a 40% el malestar se manifiesta en el alza del tipo de cambio paralelo que constituye la señal de colapso. El resultado es que la reducción entre la brecha que tiene el tipo de cambio oficial y el paralelo ocurre desde abajo hacia arriba, es decir, el tipo de cambio oficial tiene que aumentar. En este sentido el directorio del Banco Central de Venezuela ya ha dado la señal de que no tiene más salida que vender dólares a un tipo de cambio superior al que tiene Cadivi al asignar las divisas a través del Sicad a un precio entre 10 y 12 bolívares por dólar. La mayoría de los departamentos de análisis de las entidades financieras proyecta que el año que viene Nicolás Maduro tendrá que anunciar un ajuste que elevará el tipo de cambio de Cadivi a entre 9 y 11 bolívares. El epicentro del desequilibrio es un Gobierno que gasta mucho más de lo que le ingresa por petróleo y recaudación de impuestos y para cubrir el déficit recurre al endeudamiento y un Banco Central que imprime billetes para financiarlo. Las estadísticas oficiales registran que en los últimos doce meses el BCV financió al Gobierno con 79 mil 129 millones de bolívares y desde que comenzó a hacerlo le ha inyectado 178 mil 612 millones de bolívares. Una vez los billetes ingresan a la economía, forman parte del torrente que se dirige a la compra de dólares en el mercado negro o impulsan la inflación porque elevan la demanda en tiempo récord. Además el Banco Central incentiva la demanda de dólares en el mercado paralelo porque para que el Gobierno se endeude a bajo costo con las entidades financieras privadas mantiene muy bajas las tasas de interés, con lo que el ahorro en bolívares no tiene atractivo. Este año el déficit del Gobierno es de 15% del PIB y tiene previsto cubrirlo con endeudamiento por 8,6% del PIB e impresión de billetes en el Banco Central. La devaluación de febrero ayudó en primera instancia a disminuir el déficit, pero el salto de la inflación en los primeros seis meses del año difuminó el efecto. El Gobierno evalúa la posibilidad de crear un sistema cambiario más flexible que permita el regreso de las operaciones de permuta para disminuir la presión, pero no está claro cómo se alimentaría ese mercado. El economista Orlando Ochoa advierte que "si el Gobierno tiene en mente crear un régimen más flexible debe saber que sin solucionar el desorden monetario (impresión de billetes en el BCV) y aumentar el suministro de divisas por parte de Pdvsa, no va a servir para nada", según reportó el diario El Universal.

domingo, 18 de agosto de 2013

El tanque vacío: reservas líquidas del BCV en USD 1,800 millones

VenePirámides 
El pasado mes de enero el Gobierno ajustó la contribución a los precios extraordinarios del crudo con el fin de aumentar el flujo de divisas al Banco Central de Venezuela, pero el comportamiento de los activos del ente emisor sigue sin mostrar el efecto de esos cambios. El balance del BCV correspondiente a julio revela que al cierre de ese mes las reservas líquidas, que se utilizan para atender las importaciones y los pagos de deuda externa, cerraron en 1,8 millardos de dólares, nivel inferior al registrado en el mismo lapso de 2012 que fue de 1,9 millardos de dólares. El saldo que presentan las reservas líquidas evidencia las limitaciones que tiene el ente emisor para acelerar la entrega de divisas. Aunque las autoridades han asegurado que las liquidaciones han aumentado, los voceros de los sectores productivos indican que las deudas siguen. El balance de julio muestra que las reservas en oro se ubicaron en 17 millardos de dólares, mientras que en igual período de 2012 equivalían a 19 millardos de dólares. Los activos del BCV también se han afectado por el precio del oro, que en lo que va de año ha perdido más de 20% de su valor. Esa porción en oro representa el 73% de las reservas totales, de acuerdo a la información del Central. En un lapso de siete meses las reservas internacionales tuvieron una disminución de casi 6 millardos de dólares, y a diferencia de otros años, en este periodo el BCV no ha hecho transferencias al Fonden, según reportó el diario El Universal.

sábado, 17 de agosto de 2013

Implosión económica del Madurismo-Chavismo

VenePirámides
Tal y como pronosticó @garciabanchs, apenas el precio del petróleo (la oferta de divisas) dejó de crecer a un ritmo superior al de la liquidez en bolívares (al de la demanda de divisas), el modelo petropopulista entró en un proceso de implosión. E implosión significa acá: “acción de romperse hacia dentro con estruendo las paredes de una cavidad cuya presión es inferior a la externa” (Real Academia Española). 29 millones de venezolanos (la presión externa) podrán más que la resistencia de un pequeño grupo interno de comunistas y mafiosos (las paredes de la cavidad), cuya cohesión ha de perderse (romperse) hacia dentro en condiciones de confusión y alboroto (estruendo), por demás, muy pronto. Por primera vez, post paro petrolero, el chavismo enfrenta una reducción del salario real, que no podrá ser compensada vía transferencias crecientes de renta petrolera. Es decir, por primera vez después de 2002-2003 cae el poder de compra de los hogares, sin que el gobierno pueda hacer algo para compensar dicha caída. De 2003 a 2012, en todos los años en que se produjo una caída del poder de compra de los salarios, el gobierno pudo compensarla vía transferencias y subsidios a los hogares; lo anterior, porque el petróleo subía, y existan reservas y capacidad de endeudamiento en divisas a que apelar. Pero, en 2013, tal y como hemos pronosticado, las cosas serán distintas, y el modelo hará implosión. Ya el precio del petróleo (la oferta de divisas) no crece, mientras que la liquidez en bolívares (la demanda de dólares) no para de crecer. Al segundo trimestre, el salario real del sector formal de la economía ha caído 21% versus el cuarto trimestre de 1998, ó 7,6% versus el segundo trimestre de 2012; eso sí, con una diferencia respecto a veces anteriores: esta vez el gobierno no podrá transferir renta petrolera creciente a los hogares para compensar dicha caída, porque el precio de petróleo ha dejado de crecer. La escastanflación (término que he acuñado para referirme a la escasez, con estancamiento e inflación) es lo que depara el futuro cercano preelectoral, y la devaluación del tipo de cambio oficial poco tiempo después. Pero, el problema de fondo es otro mayor (sobre el que yace la razón política de la transición): quien monopolizaba el cuchillo con que se picaba la torta (quien repartía el poder económico entre los factores de poder político del chavismo) murió; y hoy, no sólo la torta es de menor tamaño, sino que, peor aún, existen múltiples cuchillos todos afilados en posición.

viernes, 16 de agosto de 2013

Robo y sobreprecio de plantas eléctricas del gobierno llegan a USD 20 billones

VenePirámides 
Desde que se declaró la emergencia del sector eléctrico en 2009 Venezuela ha comprado al extranjero diversas plantas eléctricas con un sobreprecio que excedería 20 millardos de dólares, denunciaron los expertos energéticos José Aguilar y Víctor Poleo. La emergencia, renovada justo al culminar hoy el plazo del Plan de los 100 Días del ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón, llevó a la Corporación Eléctrica Nacional a recurrir a la adjudicación directa en vez de la acostumbrada licitación para la contratación de obras dada la inmediatez del trato, pero los acuerdos con compañías nacionales y extranjeras no están exentos de denuncias por sobreprecio. Aguilar señaló que la planta Luis Zambrano, en El Vigia, estado Mérida, puede generar hasta 470 megavatios y se compró por 1,1 millardos de dólares en medio de la emergencia eléctrica, pero una máquina termoeléctrica similar que opera a ciclo combinado y aporta 1.265 MW cuesta en Estados Unidos 1,2 millardos de dólares. “Las prórrogas incentivan la compra apresurada de máquinas sin observar los valores de mercado e incluso permite las corruptelas”, agregó. Las plantas La Cabrera, Termocarabobo y El Sitio son otros casos. La primera de 300 MW costó 600 millones de dólares, la segunda 1,2 millardos y genera 772 megavatios y la última de 1.080 MW ascendería a 2,5 millardos de dólares. “No hay auditorías ni rendición de cuentas”, señaló Aguilar. En contraste, la planta Port Everglades, en Estados Unidos, genera 1.277 megavatios y tiene un costo de 1,2 millardos de dólares, mientras que la de Cabo Cañaveral de 1.250 MW fue construida por 900 millones de dólares. La norma general, dijo Aguilar, es evaluar costos entre 720 y 1.000 dólares por kilovatio instalado para las plantas de ciclo combinado, pero sólo la planta Luis Zambrano llega a 2.447 dólares por KW, una cifra que resulta de la cantidad de energía que genera y su costo en moneda extranjera. Miguel Lara, ex director de la Oficina de Planificación de Sistemas Interconectados, afirmó que la planta hidroeléctrica de Macagua costó inicialmente 73 millones de dólares y estaba prevista para culminar en 2012, pero las labores no han terminado y el monto ya ronda 300 millones de dólares. “Los retrasos son señales de manejos turbios”. Si bien la electricidad venezolana tiene una tarifa muy baja, los costos en dólares por KW instalado son los más altos para cualquier clase de planta, expresó Lara. En el pasado, algunas empresas contratadas han alegado que los recargos obedecen a los retrasos del Ejecutivo para cancelar los costos de la obra y una prima por el riesgo país. Víctor Poleo, ex director del sector eléctrico del otrora Ministerio de Energía y Minas, relató que antes las empresas iban a un proceso de licitación, se llamaba a los fabricantes y se establecían especificaciones de los equipos, pero desde la crisis energética, funcionarios del Gobierno se dedicaron a adjudicar contratos con total libertad. Desde entonces, el único caso público es el de Derwick Associates, empresa que recibió 12 contratos en 14 meses durante la emergencia eléctrica decretada en 2009 por una cifra cercana a 3 millardos de dólares, y fue demandada por Otto Reich, ex embajador de Estados Unidos en Venezuela por corrupción. “La emergencia es una patente de corso”, dijo Poleo sobre las adjudicaciones directas que han desembocado en denuncias de corrupción. Sin embargo, aseguró que conoce hasta 14 proyectos de sobreprecios, engavetados en la Fiscalía y la Contraloría General de la República, según reportó el diario El Nacional.

jueves, 15 de agosto de 2013

Postergando lo impostergable: una devaluación que devuelva el equilibrio al mercado cambiario

VenePirámides 
El precio petrolero estancado era sinónimo de estancamiento en la Venezuela de mañana (que es la de hoy). Y a eso tuvimos que agregarle, para colmo, una caída en los volúmenes de exportación de Pdvsa. Y en medio de ese entorno petrolero, la moneda se devaluó tímidamente en febrero y se recortó el gasto de forma importante, mientras se prepara una reforma impositiva, pues el Estado alcanza 45% del PIB y hay que costearlo. También arreció el control de cambio con la falta de oferta de divisas a través de mecanismos tanto oficiales como no oficiales. A pesar de los encuentros entre el gobierno y el sector empresarial con perfil exportador —una medida notablemente positiva—, la timidez de la devaluación ha corregido sólo una parte de la sobrevaluación del bolívar, mientras que la Ley del Trabajo socava la productividad de estos industriales y, como era de esperarse, el efecto pass-through de la devaluación y los ajustes en los precios de los bienes regulados (rezagados 24 meses en promedio) han llevado la inflación hasta el 30% en apenas siete meses. Si bien no sorprende que se hayan tomado estas acciones, lo que llama la atención es que las medidas apuntan a seguir postergando lo impostergable: una devaluación del tipo de cambio, al menos hasta la tasa de equilibrio, y la consecuente eliminación del control. ¿Pero por qué eso no ha llegado todavía? “Sólo en Venezuela”, dirían algunos maestros del estado del arte en Economic Policymaking cuando se les comenta que el país tiene una década con un régimen de tipo de cambio fijo y control de capitales con una política fiscal (gasto del Gobierno) totalmente procíclica que resulta en una inflación de dos dígitos promedio al año. Claro —dirían los expertos—, la literatura económica señala que un país petrolero puede darse el lujo de tener un régimen tipo de cambio fijo con control de capitales por más de diez años (y haberlo hecho varias veces durante las últimas tres décadas) sin que haya un crisis en la Balanza de Pagos, algo que quizás está sucediendo, pero no como la pintan muchos profetas del desastre, quienes creen que todo es como lo dicen los libros de Economía. Por su parte, la economía política nos dice que, ante el dinamismo que cobra la política fiscal en este tipo de régimen, para un gobernante no hay nada mejor que un tipo de cambio fijo en tiempos de vacas gordas, pero nada peor que tenerlo en el de las vacas flacas. Es decir: cuando el gasto público aumenta, el crecimiento económico y el impacto en el bienestar es bárbaro, pero cuando disminuye la contracción económica y el impacto social es brutal. El agravante es que en la Venezuela de hoy las vacas gordas se transformaron en flacas. El petróleo, mágicamente, lleva a eso: un país petrolero o altamente dependiente de las exportaciones como Venezuela es como un millonario que vive en un casino durante treinta años —enviciado por supuesto— apostándole all in sólo a un color en la ruleta: cuando su color gana, la ganancia es enorme, pero cuando pierde, también pierde bastante. Es por eso que hay que saber administrar los excesos. Como dice el refrán: la leña del verano, ahorra en el invierno. Ésa ha sido la historia de Venezuela desde hace ya cuatro generaciones, donde la única vía de ajuste que han tenido empresas y consumidores han sido los precios de los bienes y servicios resultando en una inflación crónica, es decir, la gente, el pueblo o el mercado (los tres significan lo mismo) son los que recogen la ropa sucia. Y en el interín de esos periodos de bonanza y de crisis, de picos y depresiones, se nos van oportunidades únicas e irrepetibles para lograr eso que todos los seres humanos deseamos: la mayor suma de felicidad posible. Como dijo un ilustre economista venezolano: “la inflación es cómo un cáncer: destruye el tejido social de una Nación”. El mal manejo macroeconómico contribuye con que una sociedad se estanque, se degrade, se desintegre. Más allá de las preferencias políticas e ideológicas que podamos tener, si bien es válido el argumento de que un régimen de cambio fijo ayuda a controlar la inflación y el control de capitales impulsa el desarrollo industrial del país, algo tiene que estar pasando con estas políticas cuando, en treinta años, la inflación sigue comportándose igual —alta y persistente— y los capitales se han seguido fugando. El único cambio ha sido de manos. Simplemente no se puede vivir pretendiendo que el planeta gira porque nosotros le decimos que gire. Aceptémoslo: somos una economía sumamente abierta en un mundo vez más culto y comunicado, pero pretendemos manejarnos como una economía de autarquía. Los precios externos cambian, también lo hacen las tasas de interés y el ingreso de los demás países. Nuestras preferencias de consumo también cambian, al igual que las de nuestros socios comerciales. Éstas son variables fundamentales que hacen que nuestro tipo de cambio inevitablemente merezca ser ajustado. De allí vamos al equilibrio, a la producción, a la competitividad. China lo logró. Es imposible tener un tipo de cambio fijo con control de cambio y autonomía monetaria. Es imposible tener los tres factores interactuando. Sólo podemos tener una combinación de dos. Si queremos tener la tasa fija, tenemos que dejar que los capitales entren y salgan ajustando nuestra tasa de interés con la del resto del mundo. Si queremos gozar de los beneficios de la política monetaria, entonces tenemos que pasar al tipo de cambio flexible, así de sencillo. El mundo aprendió esta lección con sangre, sudor y lágrimas, como diría Winston Churchill. Desafortunadamente, luego de ver que seguimos en lo mismo, pareciera que el costo político de salir del control de cambio es demasiado alto. ¿Por qué? Esta política económica te mantiene allí, en la rayita, como la agonía de un adicto a la heroína. El control de cambio se mantiene porque el gobierno cree que puede sostener el bienestar de la población con una elevada tasa de inflación, mientras que la población dependa de los subsidios del Estado, cuando el petróleo ya no es suficiente. Pero sobre esa pretensión existe otra de peso mayor: a los policymakers lo que los invade es el miedo a las consecuencias del ajuste, igual que el efecto de la abstinencia en el rehab de los adictos. Lo que no nos deja salir del control de cambio es, en resumen, el miedo a otros estallidos sociales como El Caracazo. Hemos preferido vivir con el flagelo de la inflación durante treinta años, estancados en la ilusión de armonía del rentismo y con un costo de oportunidad que tiende a infinito, en vez de enfrentar responsablemente los errores cometidos en el pasado, pasando unos meses realmente duros protegiendo a los sectores vulnerables. Al igual que en el caso del adicto, el control de cambio está tan arraigado en nuestra economía que el ajuste tiene que ser “pelo a pelo” pero, como diría otro ilustre economista venezolano: “con direccionalidad hacia el abandono definitivo de la adicción”. Es decir, cero paños calientes, según reportó ProDaVinci.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Producción de PDVSA sigue en declive

VenePirámides 
Las mayores reservas certificadas de petróleo del mundo no le han servido a Venezuela para lograr un despegue significativo en su producción, tras años de retrasos y postergaciones del Plan Siembra Petrolera. Ante la clara necesidad de elevar la producción para obtener más ingresos en divisas que costeen el gasto público y la propia operación de la estatal petrolera, las autoridades de Petróleos de Venezuela están buscando mecanismos para reanimar la producción, incluyendo nuevos esquemas para conseguir financiamiento a la producción y para asociarse con los privados. Actualmente la extracción de petróleo de Venezuela ronda los 2,77 millones de barriles diarios, y para el año acumula una media aproximada a los 2,76 millones de barriles. Esto implica que durante el actual ejercicio la extracción de crudo en el país ha retrocedido alrededor de 5,1%, unos 150 mil barriles por día respecto al cierre del año 2012, de 2,91 millones de barriles diarios. Los problemas de producción de Pdvsa tienen varias causas. El factor de declinación natural en áreas convencionales como en Occidente, o en campos emblemáticos como El Furrial en Oriente, inciden en una pérdida en la capacidad productiva que debe contrarrestarse con inversiones cada vez más altas cada año. Otro aspecto es la acumulación de deudas con proveedores, que al final de 2012 cerró en 16.475 millones de dólares, y que el según Pdvsa al primer semestre de este año se redujo a 12.482 millones de dólares, en datos aún no auditados. Esos compromisos pendientes con proveedores de bienes y servicios impactan la capacidad y dinámica productiva, pues varios procesos no se ejecutan a tiempo ante las deudas que se han acumulado durante varios ejercicios, según reportó el diario El Universal.

martes, 13 de agosto de 2013

Inflación y altos costos asfixian al consumidor

VenePirámides
El abastecimiento irregular de bienes de consumo masivo, la pérdida del poder adquisitivo y el alza de los precios no controlados, así como la incidencia de la devaluación en los costos de los bienes, generó un retroceso en el ritmo de consumo de productos básicos en cerca de 5% en el primer semestre del año, según el estudio Consumer Insight de la empresa Kantar WorldPanel. La encuesta, realizada en 2.300 hogares de Caracas, Maracaibo, Valencia y Puerto La Cruz, evidencia que la decisión de los consumidores está restringida y comprometida por el alto costo de los productos. La investigación midió las compras de una cesta de productos como alimentos, bebidas, cuidado personal, limpieza del hogar, entre otros, y excluyó carnes y productos de charcutería. "El volumen del consumo de productos se contrajo 5% en el primer semestre y por canasta de productos la que tuvo mayor descenso fue la de alimentos: 7%. Sin embargo, el valor de la compra aumentó 21% porque los precios subieron en promedio más de 25%, lo que se refleja en la inflación", explicó Roberto Baskin, gerente general de Kantar WorldPanel. Agregó que en el caso de los alimentos, el pan artesanal registró una caída de 10%, seguido de la margarina con 9% en el volumen de unidades que adquirieron los consumidores. Igualmente se redujo la compra de galletas saladas, cereales infantiles y arroz en 7% cada uno. Otros rubros decrecieron entre 4% y 6% como pastas, salsa de tomate, mayonesa y azúcar. Otras canastas de productos, bebidas, cuidado personal y del hogar no decrecieron, pero su volumen de ventas fue menor al de otros semestres, por lo que no logra revertir la tendencia de contracción del consumo general de los hogares, dijo. Al cotejar el primer trimestre con el segundo se observó una leve recuperación debido al incremento del salario mínimo en mayo, indicó. Hay categorías en las que el volumen de ventas creció 8% luego de haber descendido 7% entre enero y marzo, pero el consumidor siguió afectado por el repunte de los precios en más de 18%, lo que incidió en el valor de las compras. Baskin señaló que los consumidores cada vez van menos a los puntos de venta, adquieren poca cantidad de productos por ocasión de compra, pero en promedio gastan más dinero que antes. El estudio de Kantar WorldPanel refleja que en el primer semestre los hogares venezolanos dejaron de adquirir una media de 57 unidades de productos dentro de cada canasta. "Puede ser porque no los encontraron o porque el precio era más alto a su disponibilidad de recursos", según reportó el diario El Nacional.

lunes, 12 de agosto de 2013

Las importaciones petroleras del 2012 al 2013 casi se duplican...

VenePirámides 
La relación comercial entre Estados Unidos y Venezuela tuvo un primer semestre de retroceso en el valor de los despachos, pero además reflejó la forma como Venezuela ha reducido considerablemente sus ventas petroleras a Estados Unidos, al tiempo que eleva sus importaciones del sector hidrocarburos desde el país norteamericano, según los datos aportados por Venamcham (Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria). Durante el primer semestre las exportaciones petroleras venezolanas a Estados Unidos alcanzaron 15.210 millones de dólares, una cifra que implica una caída de 18% respecto a los 18.543 millones de dólares del primer semestre de 2012, y que revela una importante baja en el volumen de los despachos de crudo y derivados del petróleo venezolano. Datos del Gobierno norteamericano apuntan a que la baja en los despachos petroleros de Venezuela a Estados Unidos es de 9%, al caer de 870 mil barriles diarios en el primer semestre de 2012 a 790 mil barriles en el mismo lapso de 2013. Respecto a las importaciones petroleras desde Estados Unidos, Venamcham indica que durante el primer semestre de 2013 las compras de Venezuela alcanzaron un monto de 1.614 millones de dólares, lo que representa un aumento de 77,6% en comparación con el primer semestre de 2012, cuando dichas importaciones fueron de 908 millones, según reportó el diario El Universal.

domingo, 11 de agosto de 2013

Siguen cayendo las reservas, y crece la presión por devaluar

VenePirámides
El Banco Central ha publicado su balance correspondiente al cierre del primer semestre de este año registrando un deterioro en la cuenta de las reservas internacionales, es decir, el tanque de divisas que permite cancelar importaciones y deuda externa, además de respaldar la moneda. Básicamente el comportamiento de las reservas refleja un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y la suma a cancelar por deuda externa registra un salto importante, Al contrastar diciembre de 2012 con junio de este año la cuenta de las reservas líquidas, que muestra el monto de los dólares en efectivo que permiten cubrir compromisos de inmediato desciende 30% desde 4 mil 514 millones hasta 3 mil 126 millones. Para incrementar la cantidad de dólares en efectivo el Banco Central vendió una porción importante de los bonos, certificados de depósitos y notas estructuradas que forman parte de las reservas. Por lo tanto, esta cuenta sufre un declive de 48%, desde un mil 449 millones hasta 748 mil 570 dólares. En el caso de Venezuela 70% de las reservas corresponde a barras de oro, proporción que supera abiertamente al promedio de 8% en los países de América Latina, por ende, la caída que ha tenido el valor del metal precioso tiene consecuencias. El resultado es que los 11,76 millones de onzas de oro que forman parte de las reservas internacionales valen menos. Al cierre del primer semestre el BCV establece un precio de un mil 529 dólares la onza y la cuenta de las barras doradas cae 10%, desde 19 mil 986 millones de dólares hasta 18 mil 073 millones. 

En las próximas semanas aumentará la presión cambiaria y será evidente la necesidad de una nueva devaluación. "La historia de las devaluaciones apenas está comenzando", afirmó el director de la firma Econométrica, Ángel García Banchs. "Al ritmo en el cual está creciendo la liquidez y la base monetaria en cuestión de tres a cuatro semanas tenemos la misma presión cambiaria de la semana anterior a la devaluación de 4,30 a 6,30", explicó el economista durante una "mesa de análisis" del tema cambiario, organizada por el Cedice. Banchs recordó que la liquidez, esto es la cantidad de bolívares en la economía, muestra un salto de más de 60% en el último año, mientras la tasa de cambio está fijada "artificialmente" a la baja y persiste una severa política de control de precios. Este cuadro obliga a corregir el tipo de cambio, pero por tratarse de un año electoral esa medida se postergará, agregó el economista. "Muy probablemente el Gobierno escoja no devaluar, es decir, no aumentar la inflación, pero se le va a desbordar la escasez (...) Con la devaluación el poder de compra cae y los productos escasos rinden mejor, se contiene la escasez, pero si hay inyección de la liquidez y eso llega a nuestros bolsillos y no se ajustan los precios vamos a ir a los mercados y vamos a conseguir que los productos que estamos buscando están costosos y otros que no existen". Banchs subrayó que el modelo económico levantado en los últimos años es "insostenible". A modo de ejemplo, indicó que el recién creado Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) no resuelve la sequía de dólares y tendrá un futuro "corto". "No es un mecanismo eficiente de asignación de la moneda extranjera, lo que supone que el objetivo de control de la escasez y el objetivo de control de la tasa (paralela) no se va a poder lograr", según reportó el diario El Universal.

sábado, 10 de agosto de 2013

Inflación alimentaria en más del 60%

VenePirámides 
La menor oferta de bienes sigue impactando con fuerza en el comportamiento de los precios y la mayor escalada se registra en los rubros más básicos. El Banco Central de Venezuela (BCV) informó que en julio la inflación fue 3,2%, y si bien la variación fue menor que en los meses de mayo y junio, la aceleración persiste. Tras ese resultado, en siete meses los precios ya acumulan un incremento de 29%. En el presupuesto de este año se fijó una meta entre 14% y 16%, que se incumplió, pues la inflación anualizada es 42,6%. El aumento en los precios, especialmente de los alimentos, impacta severamente en los presupuestos familiares y los datos del BCV indican que en un mes la inflación en el Grupo de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas fue de 2,4%, pero en siete meses el avance fue 38,4% y en un año 58,7%. Cuando se detallan solamente los precios de los alimentos se tiene que entre diciembre de 2012 y julio de 2013 tuvieron una variación de 39,5% y en 12 meses se dispararon 60,8%. El economista José Guerra, explica que ese comportamiento responde al descenso de la producción. "Existe una caída en la producción de bienes no elaborados y esa menor oferta de insumos agrícolas impacta". Las cifras muestran que los precios de los bienes agrícolas en julio avanzaron 1,6%, sin embargo, en 12 meses la variación fue 80,2%. Los productores agropecuarios ya han expresado que por diversos factores este año no se cumplirán las metas de producción, situación que se reflejará en los costos. La aceleración de precios no solo se registró en los productos agrícolas también se observó en otros rubros como los productos agroindustriales, que subieron 2,5% en julio y 52,5% en un año y en los productos pesqueros, que se aceleraron 5,5% en un mes y 64,2% entre julio 2012 y julio 2013. El comportamiento de la inflación de alimentos también afecta a otros grupos como el de Restaurantes y Hoteles, que tuvo una variación de 3,3% en julio y de 47,5% en 12 meses. Las familias también destinan una parte importante de sus ingresos a cubrir los costos del transporte y los últimos ajustes de las tarifas se evidenciaron en la inflación. En julio los precios del transporte subieron 6,4% y con ese resultado, el avance acumulada en siete meses fue 29,4%. En un año el aumento fue 41,9%. Guerra destaca que el resultado del índice de precios al consumidor del mes pasado muestra que "la inflación está contenida" y detalla que "en mayo y junio se reflejaron los ajustes de los rubros controlados y la devaluación, pero todavía están pendientes otras revisiones de precios que incidirán en los próximos meses". El Ejecutivo tiene pendientes los aumentos de precios del azúcar, el café, la harina de maíz, el pan, las pastas y el aceite. La menor producción y la disminución en la entrega de divisas han acentuado las fallas de abastecimiento de insumos esenciales, y aunque las autoridades señalan que han tomado medidas para garantizar más productos en los anaqueles, los problemas siguen. En julio la escasez cerró en 19,4%. En días pasados, el ministro de Finanzas, Nelson Merentes, aseguró que la escasez estaba bajando, pero las estadísticas muestran que aún en los establecimientos de cada 100 productos 19 están ausentes. El BCV notifica que en el segundo trimestre las remuneraciones de los trabajadores del sector público y el sector privado subieron en promedio 10%, pero reconoce que en lo que va de año la inflación ha impactado en los salarios y en términos reales la capacidad de compra disminuyó, según reportó el diario El Universal.

viernes, 9 de agosto de 2013

Al Directorio del BCV le salen de 2 a 10 años de prisión

VenePirámides
El Directorio del Banco Central de Venezuela ha celebrado ya dos subastas del Sistema Complementario de Administración de Divisas (SICAD) en las cuales los precios de adjudicación han sido manifiestamente inferiores a múltiples posturas con precios superiores a los adjudicados. Estas posturas, por definición más beneficiosas para el BCV y para la República, fueron simplemente ignoradas, en favor de cotizaciones más bajas y, en consecuencia, lesivas a los intereses de la cosa pública. Sin embargo, el tema no se agota en si las cotizaciones adjudicadas fueron o no lesivas al fisco, sino que la Ley Orgánica de Salvaguarda del Patrimonio Público tipifica la conducta del Directorio del ente emisor. En efecto, los artículos 71 y 72 de la mencionada Ley establecen lo siguiente: 

"Artículo 71.- Serán penados: 1) Con prisión de dos a diez años, el funcionarios público o cualquier persona que haya obtenido ventaja económica o alguna ganancia en la adquisición, enajenación o gravamen de bienes o servicios en los que está interesada la administración pública, por pago de precios superiores o inferiores, según el caso, al valor real o al corriente en el mercado... 
Artículo 72.- El funcionario público que en forma indebida, directamente o por interpuesta persona, con aprovechamiento de las funciones que ejerce o usando las influencias derivadas de las mismas, hubiere obtenido ventaja o beneficio económico para sí o para un tercero, será castigado con prisión de dos a cuatro años..."

Resulta meridianamente claro que en la subasta se pagaron precios inferiores al corriente en el mercado, pues se presentaron ofertas a precios marcadamente superiores a los adjudicados; y que el Directorio del BCV se aprovechó, en beneficio de terceros y/o propio, para obtener un beneficio económico. Podrán no temer hoy, que la Fiscalía y las cortes son controladas por el Chavismo-Madurismo, pero el mundo da vueltas. La justicia es lenta, pero llega.

jueves, 8 de agosto de 2013

Se agotan las reservas operativas del BCV y el SICAD tendrá que subastar bonos

VenePirámides 
Las reservas internacionales, el tanque de divisas que permite otorgar dólares para importaciones, pagar deuda externa y respaldar la moneda, desciende vertiginosamente y culminó la semana pasada en 23 mil 350 millones de dólares, un nivel que representa una caída de 22% en lo que va de año y el monto más bajo desde el 30 de diciembre de 2004. De este monto, explican fuentes financieras, solo 1.600 millones de dólares están en efectivo, el resto son barras de oro y bonos que no permiten elevar la oferta de divisas en el Sicad y Cadivi de una manera importante. En un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y la suma a cancelar por deuda externa registra un salto importante, es inevitable que desciendan las reservas en efectivo. Otro factor a tomar en cuenta en la caída de las reservas totales, ya no en las líquidas, es el descenso en el precio del oro que obliga al Banco Central a disminuir el valor que asigna a las barras doradas. El oro culminó 2012 en el precio de 1.687 dólares la onza pero en los meses transcurridos de este año ha perdido brillo e iniciará la jornada de hoy en 1.311 dólares. El resultado es que los 11,76 millones de onzas de oro que forman parte de las reservas internacionales valen menos. De acuerdo con la firma Síntesis Financiera las reservas de oro representan en este momento, utilizando para el cálculo el promedio que emplea el Banco Central, unos 17 mil 900 millones de dólares, magnitud que se traduce en un descenso de 2 mil millones de dólares respecto al cierre de 2012. En teoría el Gobierno posee una cantidad de recursos importante en el Fonden, alrededor de 8 mil millones de dólares y podría utilizar una parte para incrementar las reservas líquidas del Banco Central pero hasta ahora no ha concretado este paso. El Fonden tiene a su cargo una cantidad de proyectos que requieren gasto en divisas y están en manos de empresas extranjeras y su paralización o retardo sería complicada, según reportó el diario El Universal

Presionado por la necesidad de incrementar la oferta de dólares el Gobierno comienza a evaluar la posibilidad de alimentar las subastas del Sicad con bonos denominados en divisas. Las empresas comprarían los títulos, cancelándolos con bolívares, y luego los revenderían en el exterior para obtener los dólares. Al momento de elaborar las normas del Sicad, un mecanismo donde el Banco Central subasta dólares, se previó esta alternativa. Las normas indican que la República, sus organismos descentralizados o cualquier otro ente podrán emitir bonos en dólares para surtir al mecanismo. Fuentes financieras explican que el Banco Central tiene bonos con los que Pdvsa le ha cancelado deudas y serían utilizados en el corto o mediano plazo, a fin de aumentar la oferta del Sicad que hasta ahora se ha ubicado en torno a 200 millones de dólares por subasta. Paradójicamente al anunciar la eliminación del Sitme, el sistema que fue sustituido por el Sicad, el ministro de Finanzas Nelson Merentes destacó que "el Sitme se nutría tanto de deuda del Ejecutivo como de Pdvsa. Un mecanismo que se nutra de deuda no es sostenible en el tiempo". Para alimentar al Sitme el Ministerio de Finanzas y Pdvsa emitieron deuda por 17 mil millones de dólares a elevadas tasas de interés que tendrá que ser cancelada en el futuro. Aparte del endeudamiento, está previsto que el Sicad se alimente de divisas en efectivo provenientes del Fonden, un fondo donde el Gobierno almacena parte de los petrodólares, las reservas del Banco Central y lo que quieran colocar las empresas privadas. 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Bravo Maduro: Ley de Arrendamientos acaba con el mercado de arrendamientos

VenePirámides 
El ordenamiento legal aprobado en 2011 ha llevado a una contracción del mercado de alquileres de viviendas de 90% en el primer semestre de 2013, de acuerdo con varias fuentes vinculadas al sector. La Ley Contra el Desalojo y la Desocupación Arbitraria de Viviendas y la Ley para la Regularización y Control de los Arrendamientos de Viviendas, sancionadas en mayo y noviembre de 2011, respectivamente, han hecho que ese mercado sea prácticamente inexistente, coincidieron Roberto Orta, presidente de la Asociación de Propietarios de Inmuebles Urbanos, y Juan Celis, director del Grupo Convalor, quienes afirmaron que se contrajo 90% en los primeros 6 meses, 20 puntos más que en 2012. Teresa Borges, abogado inmobiliaria, aseguró que el ordenamiento jurídico ha perjudicado a inquilinos y propietarios y acabó con el mercado de arrendamiento. Se agotaron las opciones para alquiler y al inquilino se le cerraron las posibilidades de negociar la adquisición del inmueble. "Se están alquilando sólo habitaciones en viviendas multifamiliares", dijo. Otra fuente, relacionada con el sector y que prefirió el anonimato, indicó que estos desequilibrios han incentivado el mercado negro de alquileres. "El mercado siempre se ajusta", indicó, y añadió que el problema de la vivienda va más allá del arrendamiento. "El venezolano perdió la posibilidad de adquirir un inmueble a través del arrendamiento", aseveró Aquiles Martini, presidente de la Cámara Inmobiliaria de Venezuela, al recordar que la Superintendencia Nacional de Viviendas aplica una fórmula para calcular el valor de la vivienda y del alquiler que no considera todos los factores del mercado. El método fijado en la ley de arrendamiento para el cálculo del canon ha hecho que las propiedades en alquiler pidan hasta 72% de su valor, dijo Orta. El alquiler es 3% del valor del inmueble, lo que no alcanza para cubrir los gastos para su mantenimiento. De acuerdo con el BCV, la inflación acumulada en la categoría alquiler de viviendas es de 6,5% en el primer semestre. No hay opciones. La Ley Contra el Desalojo y Desocupación Arbitraria de Viviendas y un oficio de la Comisión Judicial del Tribunal Supremo de Justicia de enero de 2011, que prohíbe los desalojos, paralizaron de momento los juicios inquilinarios. Una vez retomados y luego de haberse fallado a favor del propietario ­que son pocos los casos­, la decisión no ha podido ejecutarse ante la escasez de viviendas. La ley señala que el inquilino puede dejar el inmueble que alquila si tiene garantizado otro. El Gobierno es el que provee un refugio temporal o solución definitiva a la persona afectada por el desalojo y su grupo familiar, si llegara a manifestar no tener un lugar donde vivir. La situación ha complicado el problema para quienes viven bajo la figura de arrendamiento, porque la oferta privada y pública es muy escasa, concuerdan algunos de los consultados. En el caso del Gobierno, Aquiles Martini señaló que no hay suficientes apartamentos para comprar o alquilar. "La Misión Vivienda Venezuela ha registrado una desaceleración en la producción de unidades en más de 50% en el primer semestre", período en el que se han entregado poco más de 50.000 y la meta de todo el año es de 380.000, añadió. El ordenamiento jurídico, que también incluye la Ley Contra la Estafa Inmobiliaria, truncó los proyectos de inversión en el sector privado que sólo construye desarrollos que ya estaban en marcha al momento de entrar en vigencia las leyes en los últimos tres años. La creación de la Superintendencia Nacional de Arrendamiento de Vivienda hizo más engorroso los procedimientos, dijo Orta. Los casos que están en tribunales deben forzosamente ir a un proceso de conciliación ante la Sunavi, luego vuelven al juzgado y el Gobierno es el que se encarga de asignar una vivienda o refugio al inquilino que será desalojado. "Ningún provecho han obtenido los propietarios tras agotar la vía administrativa y sus procedimientos legales. No han recuperado su inmueble, ni obtenido el canon de arrendamiento, señaló María Elena Navarro, presidente de la Red de Propietarios, según reportó el diario El Nacional.

martes, 6 de agosto de 2013

Una tómbola con ganancias desproporcionadas para unos pocos afortunados, con los días contados, llamada SICAD


VenePirámides 
En su último reporte sobre Venezuela el analista de Barclays Capital, Alejandro Grisanti, advierte que con el Sicad el Gobierno está cometiendo los mismos errores que hicieron insostenible al Sitme, el sistema que colapsó en febrero de este año y obligó a diseñar un nuevo método para distribuir divisas por una vía alterna a Cadivi. "El Sicad está cometiendo la mayoría de los errores que hicieron insostenible a su predecesor, el Sitme", afirma. Desde su punto de vista la decisión de vender dólares en el Sicad a 10 bolívares en el caso de las empresas y 10,5 a los particulares refleja que el Gobierno no quiere admitir la depreciación de la moneda, ignorando que el tipo de cambio de equilibrio se ubica en 12,6 bolívares al cierre de julio. Al mismo tiempo, el Gobierno también obvia el mercado negro donde el dólar se cotiza en un nivel mucho más alto. El resultado es que la elevada demanda de dólares, impulsada por un tipo de cambio artificialmente bajo en el Sicad, incrementa la vulnerabilidad del país en momentos en que descienden las reservas en divisas. En este entorno, indica Barclays, las autoridades fracasarán en el intento por disminuir el tipo de cambio en el mercado paralelo que tiene un impacto importante en la inflación porque las empresas que elaboran productos no controlados lo utilizan como referencia para calcular sus precios. Añade que otro factor a considerar es que la brecha entre los tipos de cambio y la adjudicación de divisas por mecanismos "no transparentes en el Sicad" crea condiciones para la corrupción y la entrega de divisas a empresas fantasmas, algo que no va en línea con el propósito de disminuir la escasez. Al vender dólares artificialmente baratos en el Sicad, el Gobierno obtiene menos bolívares por las divisas y el desequilibrio que tiene entre ingresos y gastos prácticamente no disminuye. Barclays indica que con un tipo de cambio promedio en el Sicad de 15 bolívares por dólar el déficit fiscal hubiese descendido en dos puntos del PIB pero con un tipo de cambio promedio de 11 bolívares por dólar tan solo disminuirá un punto del PIB. Bancos de inversión y firmas de análisis estiman que el déficit en todo el sector público asciende a 15 puntos del PIB, luego de que en 2012 el Gobierno multiplicara el gasto en medio de la campaña electoral en la que Hugo Chávez buscó la reelección. En las dos subastas que ha realizado en julio el Sicad ha ofertado 415 millones de dólares. Si mantiene este ritmo durante lo que resta de año el sector privado recibirá alrededor de 2 mil 400 millones de dólares, un monto que luce pequeño para abastecer a una economía que se ha hecho más dependiente de las importaciones, según reportó el diario El Universal.

lunes, 5 de agosto de 2013

SICAD: la única subasta del mundo en la que se multiplica la demanda, disminuye la oferta y el precio baja!

Directorio del BCV (foto de archivo)
VenePirámides 
El Banco Central de Venezuela ha dejado en claro que implementa una estrategia que intenta disminuir la percepción que tiene el mercado sobre el precio del dólar, por ende, en la tercera subasta del Sicad adjudicó las divisas a las empresas a un tipo de cambio de 10 bolívares y a las personas naturales a 10,5 bolívares, precisan fuentes financieras. Estos montos se traducen en una caída en el costo del dólar que en la subasta anterior se situó en 10,9 bolívares para las empresas y 11,7 para los particulares, a pesar del enorme aumento de la demanda. Para distribuir los dólares el BCV aplicó una regla que consistió en no otorgar ningún monto a las empresas que estuvieron dispuestas a pagar más de 13 bolívares por cada dólar y en el caso de las personas naturales a quienes quisieron cancelar más de 12 bolívares, ignorandolas. En la subasta anterior el BCV no otorgó divisas a las empresas que estuvieron dispuestas a pagar más de 16 bolívares y a los particulares que colocaron órdenes con un tipo de cambio superior a 15 bolívares. El SICAD es un  nuevo logro del desgobierno de Maduro, que violenta la Ley de la Oferta y la Demanda, y la convierte en la única subasta del mundo en la que se multiplica la demanda, disminuye la oferta y el precio baja!

Como el precio al que el Banco Central está adjudicando los dólares en el Sicad se ubica muy por debajo del que tiene el billete verde en el mercado negro la demanda se ha disparado, mas no la oferta, obligando a las autoridades a recortar las divisas que asigna a cada participante. Los particulares, que en la subasta anterior recibieron un máximo de 1.500 dólares para viajes, en esta oportunidad tuvieron que conformarse con un tope de mil dólares. En un entorno donde la caída de la producción obliga a depender más de las importaciones, el Gobierno mantiene convenios con países a los que vende petróleo a descuento, la cantidad de barriles que extrae Pdvsa declina y los montos a cancelar por deuda externa registran un salto importante, la cantidad de divisas disponibles para vender en el Sicad es muy limitada. Durante julio el Sicad le inyectó al sector privado 415 millones de dólares, es decir, un promedio de 20 millones en cada día hábil. En 2012 el Sitme, un sistema que permitía a las empresas y los particulares comprar dólares a través de bonos y que fue sustituido por el Sicad, inyectó un promedio de 34 millones de dólares en cada día hábil. La consecuencia de este recorte en la oferta de divisas, en momentos en que la cantidad de bolívares en la economía se ha multiplicado por el gasto público, es la disparada del dólar en el mercado negro que, a su vez, impulsó el precio de una amplia gama de productos como calzado, vestido y electrodomésticos. Ejecutivos financieros no dudan en advertir que sin un incremento sustancial de la oferta en el Sicad el dólar negro continuará desafiando la ley de la gravedad. Para aumentar la oferta en el Sicad el Gobierno podría utilizar divisas que supuestamente tiene depositadas en distintos fondos, pero hasta ahora no ha dado una señal clara de que dispone de este dinero. Otro factor que afecta el funcionamiento del mecanismo es que como el tipo de cambio al que el Sicad vende los dólares está muy por debajo del precio que tiene el dólar en el mercado negro, existe el incentivo de obtener divisas en la subasta para revenderlas. El BCV podría argumentar que el precio al que el Sicad vendió los dólares se encuentra muy cerca de lo que técnicamente se denomina el tipo de cambio real efectivo que toma en cuenta la inflación y los tipos de cambio de los países con los que Venezuela concentra las relaciones comerciales, pero esto no garantiza que se haya tomado una decisión correcta. Este análisis no toma en cuenta que no hay suficientes dólares para satisfacer la demanda. Otro aspecto importante es que el diseño del Sicad contempla convocar a subastas por sectores específicos de la economía, por lo tanto, las empresas desconocen cuándo podrán acudir al mecanismo, según reportó el diario El Universal.

domingo, 4 de agosto de 2013

Oferta de divisas al sector privado cae dramáticamente

VenePirámides 
El lunes de esta semana Armando León, miembro del directorio del Banco Central de Venezuela, afirmó que por importaciones ordinarias, Aladi y Sucre el sector privado ha recibido en los primeros seis meses de este año un promedio de 125 millones de dólares diarios que representan un incremento "de alrededor de 8%" respecto a los 117 millones desembolsados cada día en el mismo lapso de 2012. Por ende, agregó, "es falso lo que han estado señalando que este año se ha estado otorgando menos divisas que el año pasado". Pero este análisis no muestra todas las piezas del rompe cabezas cambiario porque no incluye al Sitme, un sistema que permitía a las empresas comprar un promedio de 33 millones de dólares diarios a través de bonos y que fue clausurado a comienzos de este año. Tras el cierre del Sitme el Gobierno puso en marcha el Sicad, un mecanismo que subasta dólares, pero que prácticamente no operó en el primer semestre, por tanto, el sector privado sí sufrió un descenso importante en la cantidad de dólares que podía comprar diariamente para importar materias primas, maquinaria, insumos y productos terminados. ¿Cuál es la magnitud del recorte? Al tomar en cuenta los días hábiles del primer semestre, las cifras señaladas por Armando León y el desembolso del Sitme, en el primer semestre de 2012 el sector privado tuvo acceso a un promedio diario de 150 millones de dólares. Al realizar el mismo ejercicio para este año, incluyendo los 200 millones subastados por el Sicad y lo poco que otorgó el Sitme mientras operó hasta la primera semana de febrero, en el primer semestre la oferta diaria de divisas estuvo en un promedio de 130 millones, es decir, un recorte de 13% que impactó la marcha de la economía. El crecimiento sufrió un freno importante en el primer trimestre, en el que la economía tan solo avanzó 0,7%, la escasez de productos básicos aumentó y el dólar se disparó en el mercado negro acelerando la inflación. Asdrúbal Oliveros, director de Ecoanalítica, considera que el descenso en la oferta diaria de dólares al sector privado es mayor a lo que señalan los datos suministrados por Armando León. "En el primer trimestre Cadivi no desembolsó un promedio de 125 millones de dólares diarios, en realidad distribuyó 90 millones diarios, por eso nuestro cálculo es que el recorte diario en la entrega de divisas del primer semestre es por el orden de 23%". La nota de prensa elaborada por el propio Banco Central para reseñar el resultado del primer trimestre admite la rebaja en la entrega de divisas al sector privado. Concretamente señala que el descenso de 10,6% en las importaciones privadas obedece "a la desaceleración en el crecimiento del producto interno bruto y la menor asignación de divisas por parte de Cadivi y de Sitme". Todo indica que la sequía de divisas para el sector privado continuará en un entorno donde los desembolsos a través de Cadivi no muestran mayor dinamismo por el estancamiento de la producción petrolera, la demanda excesiva ante un tipo de cambio artificialmente barato y el temor del Gobierno a utilizar y quemar en poco tiempo los fondos líquidos que tiene en el Fonden. El Sicad no ofrece mayores perspectivas. Al ritmo actual de dos subastas quincenales en torno a 200 millones de dólares el mecanismo entregará 2 mil 400 millones de dólares este año, es decir, un desplome de 70% respecto a 2012. Hoy está previsto que el Banco Central adjudique los dólares subastados esta semana. Hasta ayer al medio día los bancos recibieron las órdenes de compra y fuentes financieras señalan que la demanda más que duplica los 180 millones de dólares que ofertó el Banco Central, según reportó el diario El Universal.